jueves, 2 de octubre de 2008

Y con paso de Invierno se fué Septiembre

El verano llegó y tal como vino, se fué. Me gustaría decir que he abandonado temporalmente los proyectos cotidianos para hacer una burrada de cosas nuevas, interesantes, bonicas y creativas. La realidad es que hagas lo que hagas en verano, siempre parece que has perdido mucho más tiempo del que has disfrutado.

Quizá nos ponemos metas muy grandes para tan poco tiempo de vacaciones, o quizá refugiamos en ese tiempo real todas las iniciativas y sueños irreales que no llevamos a cabo durante el resto del año y, al llegar y pasar el verano, chocamos con lo imaginario de su naturaleza...

Sea como sea, llevaba montón de tiempo sin escribir en el blog. ¿La culpa?. Claro, del Verano. (:P) . ¿Que qué he hecho?. Pues un poco de todo. Este ha sido el verano de reencontrar amigos y enterrar definitivamente viejos litigios. Este ha sido el verano de la vuelta a Miranda, quizá no tan gloriosa como hubiésemos deseado, pero vuelta al fin y al cabo. También ha sido el verano de encauzar mi vida, de volver a la uni o de visitar las tierras de mi madre. Ha sido un verano de máquina del tiempo, de balance de cuentas serio, de amigos, de risas y de guiños de la vida.

En general, el verano ha pasado, nos ha dejado más experiencia y algo más colocada la cabeza. ¿Colocada para qué? Pues para lo que viene. Volvemos a estudiar y además, aprendemos idiomas (me he matriculado de Japones y Alemán) y encima nos hace ilusión. Afrontamos la vida solos y antes del siguiente septiembre volveremos a hacernos las preguntas de siempre... Trabajo, Salud, Amigos, Dinero y Amor.

Pero por encima de todo, este año tendremos que decidir qué y quién queremos ser.

Os dejo con algo de música... Un descubrimiento reciente que me encanta (sobre todo por la letra)

4 comentarios:

Nessa dijo...

¡Me encanta este tema...! :)

El humano y su manía de ponerse metas y etiquetarlo todo al mismo ritmo que cambian las estaciones...
Si es que no aprendemos.

La vida, a diferencia de La Tierra, no se rige por dos claros movimientos ;)

Buenas noches,

Hedda

Adisabeba dijo...

Eres como una tarde de septiembre...

Te acuerdas?

Confiemos en que puedas encontrar tus respuestas y sonrias por ello...

Mientras tanto, caminamos parejos en búsqueda del Todo.

"Eses como una tarde de Septiembre".. Sí, lo sigues siendo

Sato dijo...

Asiasss!

La verdad es que no aprendemos mucho, no. Pero la vida para mí tiene algo similar a las estaciones, y si percibo un flujo/reflujo en como van las cosas en mis días. Aún así, obviamente, pasa como con los veranos, por mucho que se parezcan no hay dos iguales.

¿Será eso lo que siempre se me olvida, que parecido no es igual?

Bueno, gentes, gracias por los comentarios y besines para las dos.

Andrés Martín-Quirós dijo...

Algo de cíclico tendrá que haber...
¿Cuántas vueltas tiene que dar un pedazo de roca para convertirse en canto rodado? Depende del pedazo, del río y del momento, pero así cambiamos nosotros en el flujo y reflujo de las estaciones.

Dice Seibei en su blog que la vida no se divide en cursos y semestres, así que incluso esa dorada estacionalidad de nuestra infancia nos la niegan... pero ahí está y nosotros la buscamos y al buscarla, la creamos.

Nunca es tarde y nunca es luego, siempre, al final, es ahora. Yo también he pasado el verano intentando arrancar mi cohete espacial y sigo en tierra. Pero me traigo de recuerdo de mi intento la firme determinación de hacer que todas las tardes después del trabajo sea vacaciones y reducir la pila de gestas por cumplir que no reduje en verano.